035| Qué se llevará en el "streaming" esta temporada
Las diez tendencias en plataformas, que marcarán los próximos doce meses
Bienvenidos una semana más a la newsletter de “Over the Top”, con la esperanza de que tres semanas después sigáis cumpliendo vuestros propósitos de año nuevo como yo hago, a rajatabla. Propósitos que van desde no pisar un gimnasio en todo el año, a no deprimirme al abrir los periódicos por la mañana. De momento todo OK.
Este pasado viernes publicamos, el primer episodio PLUS del año, en el que Gerard y yo nos lo pasamos “pipa”, analizando la serie de Apple TV+ “Slow Horses”. Como siempre, el podcast tiene marcas de capítulo para saltaros aquello que menos os interese, ya que se compone de muchas y variadas secciones. Si no lo escuchásteis, podéis hacerlo AQUÍ
Hoy voy a repasar en diez puntos, los aspectos más destacados de la evolución de la industria audiovisual en general para este nuevo año que ya ha empezado, las tendencias y lo que se llevará durante la temporada; en lo que vuelve a ser otro ejercicio de pura adivinación (aunque un poquito más sólido que tratar de adivinar los estrenos a doce meses vista). Vayamos con ello, pues.
1. Paquetización, fusiones y adquisiciones
La rotación que los clientes hacen con su suscripción a las plataformas de “streaming”, (cada día más extendida), y que consiste en contratar cada mes, las dos o tres plataformas con las series que más le interesan a cada uno, para darse de baja y contratar otras distintas al mes siguiente, está matando a los diferentes conglomerados. Todos salvo Netflix, tienen de esta forma muy difícil, el hacer previsiones sólidas sobre los ingresos y el número de suscriptores cada trimestre.
La solución pasa por comercializar varias de ellas conjuntamente como paquetes, con la cuota ligeramente más barata que la suma de las mismas por separado, para hacer más difícil la decisión de darse de baja de todo el paquete a la vez (raro es que todos los meses no estrenen algo que le interese, en alguno de las componentes del “bundle”). Y aunque las grandes empresas del entretenimiento suelen tardar bastante a la hora de llegar a acuerdos, la necesidad me temo que les va a obligar a ello.
El “bundle” más inmediato y claro está siendo ya el de Disney+ y Hulu(pertenecientes al mismo grupo), que tenían muy fácil paquetizar sus dos plataformas una vez completada la compra de la totalidad del segundo por el primero. De esta forma, en Estados Unidos ya se ha comenzado a integrar en pruebas ambos servicios en una única app, en lo que es un “auto-bundle”, que tendrá sobre todo un mayor impacto en aquellos países (sobre todo en Norteamérica y Sudamérica) donde hasta ahora se comercializaba de forma independiente Disney+ y Star/Hulu (Aquí directamente nos cambiarán probablemente el logo de Star por el de Hulu).
En cuanto a las fusiones y/o adquisiciones, vuelve a sonar como cada año la compra de Disney por parte de Apple (algo que en mi opinión sigue siendo una quimera absurda dada la filosofía de empresa de Cupertino y su historial de compras, y porque ahora mismo Disney ya no es tan apetecible como lo era el año pasado).
El otro rumor (con más fundamento) es la venta de Paramount Global, ahora que Shari Redstone parece estar más que predispuesta a dar luz verde a una venta o fusión. En las últimas semanas del año pasado, se habló mucho de las reuniones con Warner-Discovery (que están más locos por combinarse con alguien, que el Ron con la Coca-Cola). Sin embargo, los últimos rumores apuntan a una simple compra de acciones por parte de algún fondo de inversión como Apollo, o de SkyDance Media, la productora audiovisual que en los últimos años tan estrechamente ha trabajado con Paramount Pictures (en las sagas de Misión Imposible o de Star Trek, por ejemplo…); una solución que de darse sería vista con buenos ojos por gran parte de la industria y de los reguladores. Veremos…
2. Integración de las “FAST”
El año pasado empezamos a vislumbrar uno de los posibles futuros de la nueva televisión, a través del éxito y creciente protagonismo de las diferentes plataformas “FAST” como Pluto TV, Freevee, Xumo o Tubi. Televisión online barata con cientos de canales en versión lineal y servicio VOD, que financiándose a través de la publicidad, eran más que rentables para aquellas empresas a las que pertenecían.
Amazon dio en la clave al empezar a utilizar la suya (Freevee) como un servicio secundario donde “auto-sindicar” el contenido que una vez estrenado en Prime y no siendo distintivo, podía volver a obtener beneficios con su emisión en este tipo de plataformas. Varios conglomerados como Warner-Discovery e incluso Disney, siguieron el ejemplo al vender algunas de sus series con menor número de visionados del catálogo, a este tipo de televisión que parece nacida para sustituir al cable (y quien sabe si a la televisión tradicional de red).
En 2024 veremos seguramente la aparición de nuevas apuestas puestas en marcha por algunos de estos grupos mediáticos; incluso me atrevería a decir, que podremos empezar a ver una convergencia de ambos tipos de “streaming” en una única aplicación que recoja ambas apuestas de cada uno de los grupos mediáticos (por ejemplo Paramount+ con Pluto TV), como forma de dar valor a las suscripciones y de expandir el negocio publicitario.
Más improbable será ver los canales tradicionales lineales ligados a Warner, Universal, etc. integrados dentro de las propias aplicaciones de “streaming”, pero dado que MAX llegará con Eurosport dentro de su nueva app para Europa este año, no es del todo descabellado que en un futuro pudiéramos ver igualmente algunos de los canales tradicionales de Discovery o la propia Warner TV de esta misma forma, a través de una única app como MAX.
3. El Deporte, la última frontera
El reducto del cable en Estados Unidos hasta ahora había sido el deporte, pero el aterrizaje de los derechos deportivos en el “streaming” no ha hecho más que empezar. A nadie le ha pasado inadvertido lo que ha supuesto Apple para la MLS, y Messi para ambos, o lo que supondrá para MAX por ejemplo tener los JJ.OO. en su recién estrenada plataforma el próximo verano.
2024 seguirá recrudeciendo la lucha por los derechos deportivos, con Apple sedienta por adquirir derechos globales sobre nuevas competiciones (en eso es en lo que Tim Cook se va a gastar el “Cash”), y con Netflix deshojando la margarita sobre si meterse en la pelea o seguir organizando sus pequeños torneos “random”, que eso sí, rentabiliza publicitariamente más que bien. Igualmente y sin duda, el deporte formará parte de los avances estratégicos de Warner, Paramount y NBC Universal en torno a posibles alianzas entre ellos. Disney por su parte tendrá que decidir si expande internacionalmente ESPN+ y lo equipara en contenido a su hermana en el cable. Por último, YouTube con una buena chequera detrás, seguramente seguirá pujando por hacerse con una parte mayor del pastel del deporte para seguir siendo el “Rey del streaming”
La propia NFL, la NBA y varias de las ligas profesionales más seguidas tendrán que decidir si dan el paso al “streaming”, y aquí en Europa estaremos muy pendientes de los pasos de Florentino Pérez para tratar de seguir con su proyecto de “SuperLiga” tras el fallo en cierta forma favorable, de la justicia europea. Ha pasado un año desde que escribí éste artículo, y personalmente sigo pensando que la SuperLiga Europea de Fútbol es como Thanos: INEVITABLE.
En cuanto a España, nos encontramos con una DAZN que prometió ser rentable de cara a 2024 (estando tan cerca de conseguirlo, como yo de casarme con Taylor Swift) y con Movistar+, que sigue siendo el gran acaparador de prácticamente todas las competiciones, para ser de esta manera la televisión total del deporte en sus paquetes convergentes, y presentar asimismo una oferta de “streaming” más completa que la de sus competidores.
El tercer actor, Prime, no parece de momento que vaya seguir apostando por el deporte en vivo más allá de ofrecer la “Liga Hypermotion” como canal adicional, ya que en el Reino Unido parece haber renunciado a seguir teniendo el par de jornadas en exclusiva de la “Premiere League” en la nueva adjudicación de derechos, y todo indica que empieza a dar pasos atrás en ese sentido en Europa (no en Estados Unidos, donde están “on fire” con el “Thursday Night Football”).
4. Todo con anuncios
En este nuevo año, seguiremos viendo como más y más servicios de “streaming” integran la publicidad en sus tarifas de suscripción más baratas o incluso pidiendo un pago extra por eliminar anuncios que ofertarán por defecto entre sus contenidos. A Prime probablemente le siga Apple antes de que termine el año natural, e incluso seguro que vemos nuevas e imaginativas formas por parte de Netflix, de insertar anuncios para no arruinar la experiencia de visionado de contenido a sus suscriptores.
La necesidad de ser rentables (y de aumentar el beneficio por suscriptor, que es EL DATO que hoy todo el mundo mira) obliga a que la nueva televisión cada vez se parezca más a la tele de toda la vida. Y esto es una tendencia imparable a la que nos tendremos que adaptar, o bien tragando “Publi” o bien pagando más para evitarlo.
Si las empresas sacan más pasta por un tío que paga menos por su suscripción, pero que a cambio se come unos cuantos anuncios, no os quepa la menor duda de que empezarán las presiones con subidas de precio y amigables pantallazos, para que todos sigamos el camino de la suscripción con publicidad. Y no sería muy aventurado pensar que en un futuro a medio plazo, pudiéramos pagar más o menos según el grado de inserción de publicidad que eligiéramos, partiendo de la base de que todos los niveles de suscripción llevarán incluida publicidad de algún tipo (Banners, moscas, pre-roll, o spots durante el contenido). ¡Es el mercado, amigos!
5. ¿Compartir cuenta? Depende…
Pero si hay algo que ha llegado para quedarse, es la prohibición para compartir cuenta con familiares, amigos y conocidos. Netflix como en casi todo, abrió el camino; y este año tanto MAX como Disney terminarán de implementar lo mismo en sus plataformas. Otro cantar es Prime, que al meter los anuncios por defecto, de ninguna manera le interesa poner trabas a la compartición (ya se sabe, más gente viendo anuncios, más beneficio).
De esta forma, tendremos dos posturas muy diferenciadas. Por un lado, las que prohibirán terminantemente la compartición y las que lo fomentarán teniendo una mayor base de espectadores para los espacios publicitarios vendidos e insertados dentro de su contenido.
Si no ves anuncios nada de compartición, que eso es cosa de marxistas-leninistas, pero… ah! que ves anuncios? bueno, entonces no pasa nada porque tu abuelita también se entere de los maravillosos productos que nuestros socios venden y que seguro que le interesan.
La publicidad siempre ha buscado tener el mayor impacto posible, desde los tiempos del “Papiro de Hapu”.
6. Vuelven las licencias de terceros
Vuelven los 2010s y vuelve el comercio de derechos para incorporar series externas a los catálogos de las plataformas, tras ver el éxito que ha conseguido Netflix con “Suits” o con un grupito de originales de HBO. Ante la escasez de material propio, bien por las huelgas o por el recorte de producción para reducir el gasto, siempre queda licenciar: Comprar y vender, como toda la vida.
¿Por que no comprar y añadir al catálogo, esa serie de un perro cocinero de NiSuPuTV, que tanto éxito a tenido? Licenciar es mucho más cómodo que producir al fin y al cabo.
Volveremos de nuevo ocho años atrás, para encontrarnos con esa Netflix que era un compendio de temporadas anteriores de series de otros, a través de las cuales todo el mundo podía engancharse a tal o cual ficción, tras hacer el correspondiente maratón de temporadas anteriores, y donde todo el mundo ganaba. Netflix engordando su catálogo, y el resto utilizando un impagable escaparate donde promocionar sus producciones (sobre todo las nuevas temporadas, y spin-off de las mismas).
7. Lo ”vintage” está de moda
Y hablando de volver hacia atrás, y viendo el éxito de “Operación Triunfo”, es más que probable que al incremento de programas y retransmisiones de espectáculos en vivo dentro de las plataformas, sigamos viendo la recuperación de viejos y añorados formatos televisivos dispuestos a captar a un mayor público generalista. Operaciones como las de Netflix con los personajes de “Sálvame” serán cada vez más comunes, destinadas a aumentar la base de usuarios en cada país de determinadas franjas de edad o extracción social, hasta ahora fuera del “streaming”
De la misma forma, el contenido de estreno volverá de nuevo sus ojos a las series de canales lineales (aquí en España ya lo hacen Prime y Netflix con los productos de Mediaset, Atresmedia e incluso RTVE), como forma de mantener el ritmo de estrenos y reducir los gastos de producción en series de prestigio propias; y dado el éxito y número de visionados que suponen este tipo de ficciones.
8. El Valor añadido
Por otro lado, seguiremos viendo la adición a las plataformas, de productos paralelos a las propias series de televisión, como forma de limitar las bajas de usuario. Si hay un mes donde no te interesa nada de lo que se estrena en cuanto a cine o series, quizás no te des de baja, si en cambio estás enganchado a alguno de los videojuegos que esa plataforma acaba de incluir en su aplicación.
Esto que para Amazon y Apple es algo inmediato por comercializar el vídeo dentro de paquetes de múltiples servicios como Prime o el super-promocionado Apple One (nadie se da de baja de Prime y se limita la posibilidad de comprar cualquier cosa que surja en un momento dado, con portes gratis), será cada vez más habitual para el resto de actores del mercado, con la adición de contenido que aporte valor extra a la suscripción y que de alguna forma ayude a retener al cliente.
Si a esto le añadimos la exploración por parte de Netflix de la creación de lugares físicos donde realizar eventos, de la explotación del “merchandasing” de las IP propias, o del estreno en salas de la marca de algunas de sus grandes producciones, estaremos antes una diversificación que acabará convirtiendo a las plataformas de “streaming” en algo muy parecido a los clásicos estudios hollywoodienses de los 30-50. Todo en pos de un balance trimestral saneado.
9. Precios más altos
Sube el aceite y el “streaming” (da igual cuando lo leas). Esta tendencia es imparable en tanto en cuanto se siga teniendo que crecer y/o reducir la deuda de unas empresas tan poco aseadas.
Apple, ha subido dos años seguidos cuota, y la lógica sería que no este año no lo hiciera con el alto grado de rotación que tienen su plataforma entre los suscriptores, pero los caminos de Tim Cook son inescrutables, y de alguna forma habrá que animar a que la gente se trague los anuncios que más que probablemente desplieguen este año.
Netflix tiene una subida pendiente de aplicar en España (ya lo hizo a finales del año pasado en varios países) de entre 0,5 y 2€ según el plan.
HBO Max dará paso a MAX con nuevas tarifas probablemente más caras (hay que hacer hueco al plan con anuncios y cobrar más caro a los que quieran ver “Dragones y Pelucas” en 4K). Aunque no espero locuras dado que su posición actual en el mercado no es la mejor.
Disney+ no debería subir dado que lo hizo ya en noviembre del año pasado. Y querer cobrar por tener Hulu en vez de Star, sería bastante mal visto por los usuarios.
SkyShowtime lógicamente tendrá que subir, aunque su delicada situación no les deja mucho margen.
Prime no subirá, se contentará con pasar el recibo mensual a los que quieran quitarse la “publi” por defecto que metan en sus contenidos en algún momento de 2024 (en algunos países en unos días).
Movistar Plus+ de momento no sube, y mantiene el precio de su servicio OTT (para todos los clientes, sean del operador que sean) en esos 14€ de inicio, a pesar de algunos rumores que hablaban de un incremento del 20% en el precio y que finalmente no se dará (ya que hubiera sido un suicidio).
Y por último, FILMIN… Que digo yo, que algún año tendrán que subir su tarifa… o no. Desde hace cuatro gobiernos… 7,99€ al mes.
10. Datos para todos
Por último, y siendo Netflix como siempre la pionera, se ha caído el telón, y por fin parece que las empresas de “streaming” empiezan a verle las bondades a mostrar públicamente sus datos de visionados sobre su contenido; algo obvio por otra parte, ahora que los anunciantes cobran un nuevo protagonismo en el mantenimiento de la industria de plataformas.
Así pues, los amantes de los Excel, “los “trainspotters” y demás gente con mucho tiempo libre, van a tener el entretenimiento garantizado analizando y elucubrando, el porqué esa serie turca sobre un amor bajo una central nuclear, ha tenido más visionados que la serie azerbaiyana que cuenta la amistad entre un niño y un mineral. O porqué la última temporada de “Los Fuckerton” ha tenido menos visionados que “El juego de la Sepia”.
En todo caso, bienvenida sea la transparencia. Como el año pasado, es seguro que en este 2024 tampoco nos aburriremos.
Y hasta aquí esta newsletter de hoy, contando algunos de los aspectos más importantes en cuanto a evolución de la industria para este nuevo año. ¿Cómo lo véis vosotros? ¿Cuál de estos puntos os remueve más las tripas? ¿Qué os ha hecho más levantar el puño indignados? Espero vuestros comentarios debajo justo de este post.
Y de momento nada más. Os espero la semana que viene, probablemente con la primera reseña de una serie de este 2024. Recibid un fuerte abrazo hasta entonces, y seguid disfrutando de las series.