006| Sinergias, fusiones y Adquisiciones
Mis apuestas acerca de la consolidación en la industria del "streaming"
Bienvenidos a la Newsletter de “Over the Top” una semana más. Semana en la que estrenamos dominio propio y podcast (ya estamos oficialmente en Apple Podcasts sin tener que andar metiendo la URL). Asi que os invito a que os paséis por la nueva web de Substack en www.overthetop.es (ahora ya sabéis lo que significaba la “ES” de “OverTheTopES”) o por Apple Podcasts ; y por cierto, si entráis en el servicio “podcastero” de Apple, aprovechad para dejarme una reseñita, que todo ayuda.
Aunque esta semana volvemos a no tener podcast, podéis escucharme como todos los viernes de fin de mes en el “Bala Extra” que se ha publicado hoy; con Pedro Sánchez hablo de todo lo que ha pasado este último mes en cuanto a series que hemos visto y “streaming”. Y sí, hablamos también de la “SuperLiga” y de este “spot” de AppleTV+ con Timothée Chalamet. Por cierto, el episodio de “Bala Extra” lo podéis encontrar aquí y en vuestro “podcatcher” habitual.
Esta semana volvemos a hablar de industria audiovisual, asi que dejemos volar nuestra imaginación, y sobre todo abramos un debate.
Con un mercado audiovisual que se tiene que ajustar el cinturón, el siguiente episodio en las Guerras del “Streaming” pasa necesariamente por un reajuste de la oferta. Por lo tanto, en la newsletter de esta semana quiero hacer un ejercicio de ficción empresarial y fantasear con los movimientos que pudieran producirse en un plazo no demasiado lejano entre plataformas, y a la vez, observar como les van a aquellas que ya han “pasado por el altar” o “por caja” para reforzar su posición en el mercado con diversas sinergias, fusiones o adquisiciones.
Lionsgate: Amor de alquiler
LionsGate, el estudio de cine de origen canadiense responsable de éxitos como las sagas de “Los juegos del hambre” o “Crepúsculo” y de joyas como “La La Land”, compró en 2016 el canal de cable y satélite STARZ (que acabó teniendo un Canal de VOD en varias plataformas, y finalmente su pequeña OTT). A mediados del año pasado anunciaron que separaban la OTT de sus estudios de cine para venderla.
Meses más tarde, cambiaron de opinión y le hicieron un “rebranding” pasando de llamarse “Starz” a “Lionsgate+”, y afirmaron que preferían vender mejor su estudio de cine, es decir todo lo contrario. Pero por si todo esto no fuera poco, a finales del 2022 anunciaron la retirada del renombrado servicio Lionsgate+ de varios mercados, incluido el español (de hecho la semana pasada ya desapareció como "Channel de AppleTV+, con lo cual, no tardarán mucho en recoger).
Ahora que parecen haber reducido su mercado a un numero muy concreto y reducido de países, se dedican a rescatar series canceladas por otros (“Minx” de HBOmax, por ejemplo) y ya no se habla de vender nada. De momento.
En España ya han ido colocando algunas de las series que tenían pendiente de estreno como “Nacho” (que se la ha quedado ATRESPLAYER); y su gran apuesta de este año, la precuela de “Las amistades peligrosas”, ha sido cancelada semanas después de que la renovaran por una segunda temporada.
¿Qué está pasando? Probablemente que la venta de sus activos no tiene un comprador al precio deseado, con lo que de momento toca apechugar y hacer rentable el negocio, para posiblemente hacerlo más atractivo de cara a una venta futura. Nos apretamos el cinturón y tiramos, y el mes que viene ya veremos…
Hace unos meses sonó Apple como comprador, pero los de Cupertino van por otros derroteros en el negocio del streaming (aunque por tamaño, esta compra les cuadrara en su “modus operandi”).
Mi apuesta: Rentabilizar lo que hay, para hacer atractiva una compra a futuro por parte de cualquier operador que necesite hacer crecer su catálogo sin hacer grandes dispendios. De momento, tranquilidad.
Netflix y Microsoft: Escrito en el Destino
Netflix ha empezado 2023 eufórica con su cambio de CEO y sus perspectivas de crecimiento publicitario y del fin de las cuentas compartidas. A pesar de sus vaivenes continuos y bandazos pasados para seguir generando dinero, sigue siendo el líder de lejos. Su principal problema es que depende de unos accionistas muy sensibles a cualquier dato negativo, y veremos que pasa si no se cumplen las expectativas que están generando de nuevo. El hecho de no tener un gran grupo mediático o tecnológico detrás que la sustente, siempre la ha hecho ser una pieza apetecible y proclive a rumores de compra. Rumores primero con Disney de protagonista, luego con Apple… pero Netflix era y es una marca demasiado sólida como para ser absorbida por otra plataforma semejante y perder una identidad que vale más por separado que dispersa dentro de un conglomerado más grande.
Asi que aunque de momento no necesite a nadie, y le vaya muy bien sola, siempre he pensado que las dos grandes tecnológicas que se quedaron fuera de las "Streaming Wars", Microsoft o Google, serían unos posibles buenos socios/compradores para Netflix; y puesto que ha sido Microsoft la elegida para ser su socio publicitario en la llamada “suscripción barata con anuncios”, es lógico pensar que las sinergias podrían extenderse e ir más allá en un futuro.
Por un lado, tenemos a Microsoft en proceso de digestión de Activision, la gran empresa de videojuegos ("Call of Duty" entre otros…); pero la administración Biden no está nada convencida, y la Unión Europea está directamente en contra. ¿El problema? La más que posible exclusividad de los títulos de la adquirida, dentro del ecosistema XBOX en detrimento de Playstation.
Por otro lado, Netflix tiene claro que tiene que empezar a tocar e integrar otros palos aparte del cine y de las series; de hecho desde hace ya algún tiempo, incluye juegos descargables en dispositivos con la suscripción, y lo siguiente van a ser las emisiones de eventos en directo, aunque no los de deportes al estilo de Amazon o Apple, por su elevado precio y la poca garantía de rentabilidad inmediata en su modelo de suscripción. Integrar el sistema Xbox con Activision y con Netflix sería una combinación imbatible que les permitiría, entonces sí, entrar de lleno en la guerra por los derechos de las retransmisiones deportivas y hacerlos rentables a través de múltiples canales (incluyendo los videojuegos).
La compra por parte de Microsoft sería un “win-win” para ambos: Netflix tendría un hardware donde expandir nuevos horizontes (XBOX) y Microsoft un sistema de entretenimiento audiovisual propio al que ayudar en la explotación de las diferentes IP (o Franquicias) con las que ya cuenta Netflix. Les permitiría además ampliar la comercialización publicitaria del sistema, y no creo que tardáramos en ver versiones gratuitas de un “Netflix Lite” financiadas exclusivamente por publicidad y adaptadas a un público aún más generalista si cabe (Netflix siendo el Canal+ de los 90 en versión “Over the Top”).
Tampoco descarto que esto de tener versión AVOD o FAST no lo acabe haciendo igualmente Netflix en solitario, sin necesidad de Microsoft. De momento, por primera vez va a ir a los “Upfronts” este año (el gran mercado publicitario de la televisión norteamericana, donde las cadenas venden sus espacios publicitarios a los anunciantes). Pero la unión, como digo, aportaría mucho más; y al fin y al cabo, ¿Qué son para Microsoft 180.000 millones de dólares, teniendo trece veces el tamaño de la plataforma californiana? (Disney por ejemplo compró Fox por 71.000 millones). Además, recordad que Brad Smith (el presidente de Microsoft) ya está sentado en la Junta Directiva de Netflix.
Mi apuesta: Si al final Microsoft no tiene permiso para comerse Activision, irá derecha a hacerse con Netflix. Y si obtiene el permiso de Biden y Bruselas, puede que también. Sólo falta esperar otra micro-crisis en la “Gran N” para que el precio sea un poco más bajo y aprovechar el momento.
Warner y Discovery: Matrimonio a la deriva
Warner Media se unió a Discovery en una operación de más de 42.000 M$ el año pasado creando un supergigante del entretenimiento; todo ello tras escindirse la primera de su empresa madre AT&AT que aún controla el 71% de la compañía. El problema, que a la nueva casa solo trajeron penas, en concreto casi 50.000 M$ de deuda. Una hipoteca que asfixia.
Así es como llevamos unos últimos meses de pan y cebolla en la contenedora de HBO. Primero con la vuelta de los estrenos en sala con plazos más generosos en las ventanas de distribución antes de pasar a plataforma; mas tarde con las desapariciones misteriosas de series y películas del catálogo de HBOmax (con vistas a venderlas en las plataformas gratuitas con publicidad de otros, las famosas FAST), luego con la venta de las licencias de sus series europeas a "Sky Showtime" (tras cerrar el grifo de la producción europea) y por último, la posible licencia de algunas de las franquicias de DC a otras plataformas en un futuro próximo. Y para rematar la “operación bikini”, el acuerdo con Prime Video en Francia para explotar ese “Pase Warner” que le hace perder cierta exclusividad sobre parte de su contenido de cara a sacar dinero de donde sea (de momento los usuarios de Prime pueden ver gratis "The Last of Us"; aunque más adelante pagarán el susodicho canal en Prime como un “add-on” aparte).
Hace muy poco el CEO del nuevo conglomerado anunció que se habían acabado las cancelaciones, y el ahorro obtenido fue aplaudido por los inversores con una subida de acciones tras meses cruzando el desierto, pero todo lo hecho se antoja insuficiente.
No es difícil adivinar que una vez que se presente el nuevo servicio conjunto bajo el posible nombre de MAX (casi mejor que pierda la marca HBO ante tremendo “cajón de sastre”) tengamos subida de tarifas (en EE.UU. ya la ha habido hace unas semanas) y también una suscripción barata con publicidad (dependiendo eso sí, de cómo le vaya a Netflix con esto).
La otra opción para seguir ganándose las alabanzas de “Wall Street” sería empezar a podar ramas: Ya se deshizo de su network participada "The CW" y ahora podría hacerlo con TNT por ejemplo, el canal de cable con servicio VOD (TNT+).
Mi apuesta: Max tiene un arduo camino para hacerse rentable y ganarle a Netflix en lo de ser la OTT “Todo en Uno” a través de emisiones en directo y un catálogo gigante en VOD (que por cierto, ya posee). Mientras sigue recortando por un lado, va estableciendo una estrategia en ese sentido, como la de haber conseguido los derechos para retransmitir en Europa los Juegos Olímpicos. Eso sí, como vuelva a tener un batacazo bursátil podría acabar en el estómago de un tercero… ¿Comcast?
Amazon y MGM: La novia vestía de blanco
En Marzo del año pasado se completó el proceso de compra de MGM por parte de Amazon Studios, la división de contenidos audiovisuales (series y películas) del gigante online, tras un año esperando la luz verde de los distintos reguladores desde que se cerró el precio por 8.459 M$.
Este año toca reorganizar la casa y diseñar la estrategia de las diferentes vías donde ubicar un catálogo inmenso. Dicha estrategia pasa por potenciar Prime Video como es lógico, pero también por aprovechar el “rebranding” de EPIX, que hasta ahora era un conjunto de canales premium de cable con programación lineal y un pequeño servicio de VOD orientados a un público fundamentalmente masculino (suyas son series como “Berlin Station”, “El Padrino de Harlem” o “Pennyworth”), y que desde ya pasa a ser MGM+, ayudando no sólo a reforzar la oferta de “Prime Video Channels”, sino también la de “Freevee” (la plataforma gratuita con anuncios de Amazon) con la creación de un mayor número de series originales, y el incremento de presencia de la empresa de Bezos en los canales de distribución de contenido más tradicionales (y con una marca que resulta mucho más icónica).
Aparte tendrá que decidir si sube de nuevo el precio de la suscripción de Prime (que siempre es jugar con fuego de cara a posibles bajas), seguir apostando o no por productos “grandes” como “Los Anillos de Poder” que generen suscripciones nuevas, y librar su eterna guerra para que los que ya son suscriptores, no ignoren el servicio Prime Video a pesar de estar pagando por él. Suficiente tarea por el momento, como para embarcarse en nuevas aventuras.
Su siguiente batalla será la lucha por hacerse con las retransmisiones televisivas en directo, sobre todo las deportivas (en pugna con el resto de sus competidores). Primer paso dado: La Liga Smartbank.
Mi apuesta: Consolidación de lo que tiene y una estrategia encaminada a incorporar derechos de retransmisión deportivos y canales externos de otras plataformas como “add-on”. La dejo fuera por el momento de nuevas aventuras de adquisición o fusión.
Apple y Disney: Amigos para siempre
Cuando se habla de adquisiciones en el mundo del streaming, de entre todas las plataformas existentes, siempre se señala a Apple.
A lo largo de los más de veinte años que llevo siguiendo a la compañía de la manzana, he oído rumores de compra por parte de Apple de todo tipo: Adobe, Netflix, Disney… su siempre buena liquidez y hucha en “cash”, le hacía presa de todas las miradas de cara a construir un imperio “de lo que sea”. En cambio, los de Cupertino siempre tuvieron querencia por gastar la calderilla en pequeñas empresas que sumaran activos muy concretos y talentos a pequeña escala (salvo cuando sacaron la chequera por “Beats” porque básicamente veían como Spotify les enterraba en cal viva).
Cualquier analista de la industria audiovisual dirá que AppleTV+ necesita engordar su catálogo con licencias de terceros (ya se habló de Apple cuando MGM estaba a la venta) pero desde mi punto de vista, las necesidades de engorde de catálogo parece corresponderse más con los deseos de los demás que con las de ellos mismos, ya que siguen una línea muy distinta de contenido “poco pero bueno”. Si no licenciaron MacOS X hace años para PC, ni compitieron por la venta de hardware al peso a mediados de los 2000, dudo que su deseo sea competir con Netflix, Prime y otros gigantes de catálogo sin fondo. Es más factible que para rentabilizar lo que ya tienen, presenten un “AppleTV+ SE” que incluya publicidad por una cuota en torno a los 2,5 o 3€ al mes, y así rascar suscripciones nuevas.
Otra creencia desde mi punto de vista no demasiado precisa, es la de decir que Apple tiene sus servicios (y entre ellos el de televisión) para vender más iPhones, iPads y Macs; y si bien esto tiene cierto sentido, creo que no es lo prioritario para Apple. Muchos de los servicios que ofertan están destinados a retener dentro de su ecosistema a los ya clientes, obviamente sin desdeñar a los nuevos que puedan surgir (de nuevo esas versiones “SE” más asequibles de sus productos), pero pienso que su filosofía corporativa se basa más en ofrecer un servicio de calidad “premium” con contenido exclusivo que esté en línea con el resto de productos que oferta la marca (los de tecnología de consumo, por ejemplo). Contenido exclusivo como el que le ha llevado a meterse de lleno en la batalla por los derechos de las retransmisiones deportivas (ojo! a escala global) en el caso de la MLS (la liga de “soccer” norteamericana) que en breve empezará a emitir en su plataforma para todos los países.
Pero volvamos a las series y las películas; si en un momento Apple tuviera que comprar licencias, tengo muy claro donde lo haría y la respuesta siempre sería Disney. Ahora que ha vuelto Bob Iger a Disney, vuelven a nosotros los recuerdos de Jobs, de la venta de Pixar a Disney, del intercambio de sillas en los consejos de ambas compañías, y en definitiva, de los amores nunca escondidos y las sinergias siempre mostradas. ¿Qué catálogo si no, encajaría mejor dentro de AppleTV+? Contenido familiar, infantil y juvenil de tono blanco al gusto de Tim Cook, y con un poder de atracción enorme sobre los ya suscriptores y los nuevos por venir; pero sobre todo, contenido “gourmet” de primerísima calidad de la mano de FX, posiblemente lo más parecido en cuanto a enfoque y tono a lo que está haciendo ahora mismo Apple en su televisión.
¿Pero le interesaría esto a Disney? Descartada la compra o fusión entre compañías por las razones arriba expuestas, lo siguiente que todo el mundo da por sentado es un intercambio de cromos en cuanto a contenidos. No tengo tan claro que Apple tenga la necesidad de licenciar sus series y películas originales, pero sí que creo que Disney la tiene. Como todas las demás, necesita sacar dinero de debajo de las piedras, y eso incluye licenciar películas de sus IPs (y series) que una vez estrenadas pierden un poco de lustre y de visionados. Y aunque lo lógico sería licenciar a Netflix, que las recibiría con los brazos abiertos, estoy convencido de que prefieren hacerlo a Apple.
A Bob Iger le han traído de vuelta para que elija sucesor (otra vez) y para que ponga orden en la casa. Eso incluye corte de pelo y lavado de cabeza: ¿Se desprenderá de la tele lineal, o lo que es lo mismo, de ABC y ESPN? ¿Le venderá Hulu (de la cual Disney posee 2/3 de la propiedad) a Comcast/NBC/Universal (que posee el otro tercio)? Hay que hacer el imperio más sostenible, pero sin reforzar a la competencia. Para esto Apple no va a ser la solución, pero seguro que puede ayudar. Y aunque Apple esté muy a gusto con lo que tiene en su tv+ y no necesite más, si que le puede venir muy bien contar con un socio como Disney como proveedor de contenido para su nuevo producto estrella: Las gafas/casco de Realidad Aumentada/Virtual.
Mi apuesta: Intercambio de derechos, licencias y colaboraciones varias. Nada más.
Viacom y Comcast: Compañeros de piso
Hace aproximadamente un año, Viacom CBS se cambiaba el nombre por una de sus marcas más conocidas, “Paramount” y se lanzaba a la conquista del mercado de las OTT con el nombre de “Paramount+” comenzando a expandirse por un montón de países. La nueva Paramount incluía marcas tan poderosas como los estudios de cine del mismo nombre, la CBS norteamericana (una de las principales cadenas televisivas en abierto en EE.UU.), Nickelodeon, MTV, el canal de cable “Comedy Central”, la plataforma “PlutoTV” y sobre todo “Showtime” el gran competidor durante muchos años en el cable “Premium” de HBO. Una colección de marcas que mete miedo.
Pero a pesar de todo eso, Paramount es pequeña (a finales del año pasado apenas estaba valorada en unos 26.000M$) lo cual la sitúa muy por debajo del resto de competidoras; además ha sido una de las últimas en llegar a las guerras del “streaming”, lo que implica poder ser presa más que cazador (aunque sus dueños no quieran oír hablar de ese tema).
¿Y quién podría comprar Paramount? Netflix ya estuvo en conversaciones, pero sólo quería su catálogo de cine y pasaba ampliamente de sus cadenas televisivas de cable o de la CBS que consideraban el pasado. Otro problema es que sus películas de estreno y muchas de las series estaban ya licenciadas a otras plataformas lo cual dificultaba una venta global. Así pues, lo más factible era vender a trozos las cosas, algo a lo que de momento se han cerrado también en redondo. Así pues, ¿Habría algún candidato para quedarse con todo? Si lo hay, es Comcast.
Comcast es la empresa del cable por antonomasia en EE.UU. (propietaria de Sky, de NBC y de “Universal Studios”), que de hecho ya intentó quedarse con el material televisivo de Paramount para su nuevo servicio OTT en EE.UU. bautizado como “Peacock”. El asunto se zanjó recibiendo una negativa en principio, que sin embargo dio como fruto un acuerdo para ir de la mano fuera de EE.UU. comercializando conjuntamente el catálogo de ambos como… ¿Os suena “Sky Showtime”? Aunque en algunos países se ha optado por mantener “Paramount+” como marca.
Asi que tenemos dos empresas diferentes que cuando salen de EE.UU. comparten casa y cama. ¿Podría la cosa avanzar hacia algo más sólido? Pues sí y no. Por un lado la lógica dicta que acaben fusionándose, pero en ese proceso habría “hijos” que entrarían en conflicto: CBS y NBC son dos de las tres principales cadenas en abierto en EE.UU. y por lógica antimonopolio nunca podrían acabar en el mismo sitio. Entonces ¿Quien vendería qué para poder dar el paso definitivo?
Pero el asunto se complica un poco más porque Comcast que tiene dinero y ganas de gastarlo y tiene en el punto de mira otros dos posibles objetivos: Por un lado “Warner Discovery” que el año pasado en plena depresión del valor de sus acciones tras la fusión, fue pieza codiciada por muchos (y a la espera siguen en el caso de que no consiga remontar el vuelo). Por otro lado está Hulu, esa plataforma que hace tiempo apostó por tener publicidad en muchos de sus planes y que sigue teniendo el beneplácito del público norteamericano en su transición del cable al “streaming”. Hulu es en su 66% propiedad de Disney y en el restante 33% propiedad de Comcast, y en EE.UU. hay verdadera expectación por ver finalmente quien le compra al otro su parte.
Mi apuesta: Comcast elige (y tiene hasta 2024, que es la fecha en la que tiene que vender lo que le queda de Hulu a Disney). La prioridad sería quedarse con “Warner Discovery” pero habrá que ver que tan rápido se recuperan éstos de lo suyo; la segunda opción sería darle la vuelta a la tortilla y comprar Hulu a Disney fusionándolo con “Peacock” y reforzando mucho su posición también en el mercado. Sólo en el caso de que las dos anteriores operaciones no funcionaran, se lanzarían a por Paramount que ahora mismo lo que quiere es seguir su camino sin vender, aunque finalmente puede acabar o comprada por Comcast o en el desguace en un par de años con el resto de competidoras repartiéndose sus trozos.
Google: Soltero y sin compromiso
Por último, echemos un vistazo a las dos grandes empresas que se han quedado fuera de las “Streaming Wars” y sobre las que no existe ninguna operación de adquisición o fusión con otra plataforma en el horizonte.
Por un lado tenemos a Google, el gigante tecnológico que hace unos años apostó fuerte por su servicio “YouTube Originals” para competir con Netflix mediante la creación de series originales como “Weird City”, “Origin” y sobre todo su gran éxito “Cobra Kai” (que acabó vendida a Netflix donde explotó en popularidad). En marzo del año pasado canceló finalmente el proyecto para centrarse en el contenido generado por los propios usuarios mediante “Premium” (que incluye música y elimina la publicidad, permitiendo el visionado offline) y sus “Shorts” (la alternativa a Tik-Tok). Mientras, mantiene de igual forma el apartado de alquiler de series y películas de terceros (a través de Youtube y GoogleTV), y trata de meterse en la lucha por las retransmisiones de eventos en vivo (incluidos los deportivos) para competir con Twitch y el resto de plataformas.
Precisamente a finales de este último año, firmó uno de los acuerdos más comentados del “streaming” al pagar 2.000M$ a la NFL (el “football” americano) por el “Sunday Ticket” o partidos del domingo, durante los próximos siete años en EE.UU. (empezando por la próxima temporada). Google pretende venderlos como un servicio de pago aparte dentro de YouTube y de esta forma rentabilizarlo atrayendo así más usuarios a su plataforma para ver contenido audiovisual en directo.
Por otro lado, en cuanto a series o cine, la estrategia de Google es la de hacer una transición del alquiler a una plataforma del tipo AVOD o FAST (del tipo PlutoTV) que le permita abrir su amplísimo negocio publicitario al streaming. De esta forma compraría licencias de contenido de otras plataformas y las ofrecería gratuitamente con publicidad, reforzando el poder de atracción de YouTube como medio televisivo. ¿Incluiría eso la compra de alguna otra plataforma? Todo puede darse, pero no parece de momento estar en la hoja de ruta.
Sony: Casada con Todos
La segunda empresa es Sony y sus filiales “Sony Pictures” (que integra a la antigua Columbia Pictures y hasta hace poco participaba en MGM hasta que se vendió a Amazon) y “Sony Television Studios”. Son los únicos grandes estudios de cine y televisión que no tienen plataforma propia. En el inicio de las “Streaming Wars” echaron cuentas y decidieron que su tamaño no compensaba tener escaparate propio (antaño ya habían probado con uno como “Crackle” y no funcionó) asi que podían beneficiarse más siendo el “Mapache” de la partida de “Root”, es decir comerciando con todos y ganando dinero mientras el resto de dejaba el alma para competir con Netflix. Y no les ha ido mal.
Por un lado están “A pachas” en el MCU con Disney+ (gracias a Spiderman), y con un peculiar acuerdo que primero tiene a Netflix como primera parada de sus películas, para luego recalar tiempo después en Disney+; la jugada tiene un valor de negocio de 3.000M$ por varios años. Además, siguen estrenando en cine siguiendo las ventanas tradicionales de distribución, lo cual les aporta unos buenos dineros en taquilla y aumenta el valor de su producto a la hora de licenciarlo a plataformas.
Por el otro lado, producen sus series para Apple, Prime, Netflix y HBOmax fundamentalmente, vendiéndolas al mejor postor.
Pero donde Sony tiene su estrategia fijada de forma más clara es en el “Manga”. Suya es la plataforma “CrunchyRoll”, y tiene también una filial como “Funimation”, destinada a producir y gestionar “anime” para crear un gran imperio en torno a este género cada vez más en alza.
Eso sin olvidarnos de la palabra mágica que hace a Sony tener unos ingresos envidiables: PLAYSTATION.
Sony está agazapada al mejor estilo “Crouching tigger, Hidden dragon” haciendo su negocio, sin tener encima los “estreses” de tener que rentabilizar una plataforma, y viviendo de hacer caja con el resto de actores de esta película. Ni tan mal… el futuro ya dirá.
Y hasta aquí la newsletter de esta semana. Espero que os haya gustado. Ya sabéis que espero vuestro comentarios en la web www.overthetop.es, en la aplicación de Substack, en Twitter o en la comunidad de Telegram donde esta semana ya hemos activado diferentes temas por separado para ir comentando las series más importantes cada semana con spoilers.
¡Feliz final de la Cuesta de Enero!
006| Sinergias, fusiones y Adquisiciones
Excelente repaso. Enorme nivel el que esta tomando esta newletter. Yo nunca he sido este tipo de comunicaciones pero esta plataforma Substrack , es otra cosa. Gracias Jose Luis.
Interesante repaso José Luis pero te falta el gran elefante en la compra de Netflix: FLIXOLÉ
Apuesto por una vuelta de tuerca cañí a sus mayores éxitos. Así veremos “Monstruo: la historia de José Luis Moreno”, “La casa del papel de fumar”, “El juego de calamar a la romana” o “The Crown, misión en Botsuana”
Y es que el que a buen Cerezo se arrima, buena sombra le cobija
Un abrazo